Imagen del Cristo de la Misericordia

Pies sin clavos del Cristo de la Misericordia, al descenderlo para su restauración.
El tiempo estimado de la restauración es de 4 meses.

Chavales en Infancia Misionera 2019

Chavales de Pos-comunión participaron en la convivencia de la Infancia Misionera de Archidiócesis de Sevilla el pasado sábado 26 de enero de 2019.

Con-Versación (Lucas 4, 14-21)

Con-Versación (Lucas 4, 14-21), comentario del Evangelio del 27 de enero de 2019.

Necesitamos las palabras como los animales necesitan su instinto para vivir. Sin las palabras nuestra vida se convierte en densa niebla en la que no podemos caminar. Aunque la publicidad quiera engañarnos y deslumbrarnos con imágenes sugerentes y atractivas, aunque haya quienes digan que la vida de la persona no tiene otro horizonte que el de cualquier otro ser vivo, es la palabra la que nos hizo personas, hombres y mujeres que caminan y dialogan, que buscan, contemplan y comparten, que viven, en el sentido humano de la palabra.

Hay palabras que nos constituyen: “te quiero”, “eres mi hijo”, “me entrego a ti”. Hay palabras que nos fuerzan a avanzar: “¿qué te parece?”, ¿quieres venir con nosotros?”. Hay palabras que te purifican, o te destruyen: “No”, “fuera”, “te desprecio”. Hay también palabras que son órdenes, mandatos; como los mandatos de la Ley de Dios, como el mandamiento del amor.

Estas palabras que mandan sólo las aceptamos de quien sabemos que nos quiere y contempla nuestra vida más acá de lo que recordamos, más allá de lo que vemos. De buena gana, sólo aceptamos mandatos de nuestros padres, cuando somos pequeños, y de Dios. Porque sus palabras proceden del amor y de la voluntad unívoca que busca nuestro bien.

La Biblia, la Palabra de Dios, nos ayuda a encontrarnos con el sentido pleno y verdadero de nuestra vida. Dios hecho Palabra, Jesucristo, sale al encuentro de nuestra vida y nuestra historia para dialogar sobre el sentido de nuestra vida.

No rechaces su buena conversación, es Palabra de vida.

Nuestra Señora de la Altagracia

Este sábado, 26 de enero de 2019, tendremos un pequeño gesto con Nuestra Señora de la Altagracia, en la eucaristía de las 19:30 h.

Fotos del primer día de Triduo a Nuestra Señora de la Paz

Unas fotos de la participación de la Comunidad parroquial en la misa del primer día del Triduo a Nuestra Señora de la Paz, Patrona de San Juan de Aznalfarache, el martes 22 de enero de 2019.






Misa en San Juan Bautista, martes 22


El martes 22 de enero de 2019, la Comunidad parroquial de San José Obrero participamos en los Cultos en honor a Nuestra Señora de la Paz, Patrona de San Juan de Aznalfarache, por lo que la misa de este día la celebramos, a las 19:00 h., en la Parroquia de San Juan Bautista, y presidirá la ceremonia nuestro Párroco.

Invitamos a asistir a feligreses y vecinos para compartir este primer día de los Cultos.

Alegría en la fragilidad (Juan 2, 1-11)


Alegría en la fragilidad (Juan 2, 1-11), comentario al Evangelio del 20 de enero de 2019.

Las parroquias son, muchas veces, lugares donde se recoge y se expresa toda la fragilidad de las personas: oraciones suplicantes y emocionadas ante una imagen del Señor o de la Virgen; silencio humilde y contemplativo ante el Sagrario; padres y madres, a veces cansados, que se acercan con sus niños; ancianas que encuentran en el Templo su segunda casa; familias pobres que vienen a paliar sus carencias y sus necesidades; inmigrantes recién llegados que todavía no han encontrado su lugar en nuestro pueblo; arrepentimiento sincero de quien busca el perdón que necesita en el sacramento; jóvenes en los que palpita la ilusión por cambiar el mundo; el servicio pobre y humilde de muchos que quieren construir la familia de todos…

Las parroquias son lugares donde, cotidianamente, se transforma nuestra fragilidad en impulso hacia el servicio, la esperanza y la alegría. Sólo hay una condición para que esto sea así, aquello que dijo María: “haced lo que Él os diga”.

En las parroquias no es extraño que el más sencillo se sienta protagonista y partícipe; que quien no cuenta en otros lugares, aquí se sepa elegido, valorado; que quien llega desolado y vacío acoja el consuelo que necesita para seguir luchando. Ojalá cada persona que nos acercamos a nuestras parroquias sintamos que nos ponen un nombre nuevo pronunciado por la boca del Señor. Que ya no nos llaman “Abandonados”, ni a nuestro pueblo “Devastado”; sino que nos llaman “Elegidos”; y que cada uno escuchemos que se nos dice: “el Señor te prefiere a ti”.

Esto es el Señor quien lo hace, sólo nos pide nuestra fragilidad.

Despedida de la hermana Amparo

La hermana Amparo sostiene el cuadro de la Virgen de la Caridad del Cobre, Patrona de Cuba.

La hermana Amparo, que ha estado colaborando en la Parroquia durante varios años en catequesis, pastoral de la salud y de migrantes, vuelve a su Cuba natal. Con mucho agradecimiento, la despedimos este domingo pasado en la Eucaristía.

Rezamos por ella y por la Iglesia de Cuba.

El bautismo y más (Lucas 3,15-22)


El bautismo y más (Lucas 3,15-22), comentario al Evangelio del 13 de enero de 2018.

Juan, el Bautista, creó un movimiento de renovación social y religiosa en la Judea de comienzos del siglo I. En una sociedad tan teocrática como aquella toda reforma religiosa conllevaba reforma social y era condición necesaria para cualquier cambio político-militar. Pero los datos que tenemos de la predicación y la vida de Juan, circunscriben su actuación al ámbito de lo religioso. Su predicación fue una llamada a la conversión, a abandonar la hipocresía religiosa y el abuso de los más pobres, a reconocer los propios pecados y acoger un signo de purificación.

Jesús escuchó hablar, como todos los judíos, de la fuerza de la palabra y de la valentía y la coherencia de vida del Bautista y fue al Jordán. Al verlo y escucharlo le convenció su propuesta y acogió, él mismo, el bautismo como signo de purificación y de conversión del pueblo. Pero, para Él aquel bautismo significó más; al ver al pueblo que en masa iba a escuchar al Bautista, al escuchar las atronadoras denuncias de Juan, al abrirse a su propia llamada y vocación, Jesús escucha la voz del Padre que le muestra el camino de su misión: ser testimonio del amor de Dios a todos los hombres. Jesús había de ser el Hijo que hace posible la fraternidad. “Tú eres mi hijo amado, en quien me complazco”, su relación con el Padre era luminosa, ante ella toda sombra retrocedía. Le hace ver, además, que su hora se aproxima y queda en expectante espera. No tardará mucho.

Todas las grandes transformaciones comienzan por un momento de silencio fecundo y luminoso. Al comenzar este año, qué tal si encuentras un momento de silencio para escuchar en Cristo: “Tú también eres mi hijo amado, a tus hermanos te envío”.


Feliz Solsticio (Mateo 2,1-12)

Feliz Solsticio (Mateo 2,1-12), comentario al Evangelio del 6 de enero de 2018.


No me deja de sorprender que desde posturas políticas en principio críticas con el sistema económico y social establecido – más de izquierdas, por decirlo llanamente-, se tengan reticencias en recordar el fundamento histórico, o si se quiere mítico-narrativo, de las tradiciones navideñas. Tener como centro de la cultura a una familia de migrantes forzados, primero, y de refugiados que huyen de la violencia asesina de un gobernante cruel, después, creo que es una riqueza de nuestra cultura católico-latina que no se debe desaprovechar.

Los cristianos pensamos que Dios pasa por nuestra historia hecho niño pobre, de una familia desahuciada en Belén, y refugiado después en Egipto por motivos de persecución política. La tradición les dio a los magos de oriente que buscaban a un rey insigne y eminente, unos buscadores de la verdad y de la utopía, incluso la categoría de reyes. Con lo cual tenemos desde hace siglos a reyes de diversas las razas arrodillados ante el poder de la debilidad y la pobreza, que genera compasión y solidaridad. Sinceramente no sé qué gaita tocan quienes vacían la fiesta de la ternura y la solidaridad y la hacen fiesta de felicitaciones vacías, consumismo y regalos.

Pero quizás cierta responsabilidad la tenemos nosotros, los creyentes; que en vez de ser los primeros en ir todos los días en busca de quien necesita solidaridad y justicia, en vez de buscar la manera de sortear el control de los gobiernos injustos para ayudarlos, nos hemos dejado robar la Navidad arrastrados por la corriente de superficialidad y consumo. Dios nace pobre, ¿dónde pretendemos ir a buscarlo?
 Y aprovecha estos últimos días para contemplar y compartir
la hermosa catequesis que nos transmite el Belén parroquial.