Líderes carismáticos (Juan 20,19-23)

Líderes carismáticos (Juan 20,19-23), Evangelio del domingo 9 de junio de 2019.

Todo movimiento, incluso la Iglesia, parece que necesita de líderes carismáticos para atraer nuevos adeptos, para consolidar los que tiene, para hacerse un sitio en el mundo. Un líder carismático manifiesta seguridad en lo que dice, convicción y sinceridad; propone sus ideas con claridad y persuasión y, si es necesario, cabalga contradicciones –que las ambigüedades de su vida no desdicen el ideal que proclama-.  Muchas veces se escucha este vocablo de “líder carismático”, pero pocas veces se habla de los “servidores carismáticos”; y, sin embargo, los cristianos somos servidores carismáticos: servidores de Jesús, de su Proyecto y del prójimo.

Un servidor carismático ha recibido de lo alto un carisma, un don, una llamada a recrear con su vida y con su persona el mundo en el que vive. Profundamente consciente de sus limitaciones y debilidades confía, no en sí mismo, sino en Aquel que lo llama a construir su Reino. Alegrándose en la valía de todos los que lo rodean, se complace en que los otros tomen protagonismo, tengan propia iniciativa y busquen ponerse al servicio de Quien también los llama. Un servidor carismático une a la humildad la valentía porque experimenta en sí una fuerza que lo impulsa a actuar a hablar, sin pararse en cálculos pragmatistas. Un servidor carismático no duda en callar para que otros, también desde su carisma de servicio, iluminen con la luz de Jesucristo.

El Espíritu Santo tiene 7 dones, que es como decir que para cada uno tiene el don que necesita para vivir humilde, creativa y servicialmente tu vida. También para ti; no lo dejes baldío.

Imagen de Cathopic.