Oración tras la comunión, 10 de marzo

Oración tras la comunión, 10 de marzo de 2024.

Pastor que, con tus silbos amorosos,
me despertaste del profundo sueño.
Tú, que hiciste cayado de ese leño,
en que tiendes los brazos poderosos;
vuelve los ojos a mi fe, piadosos,
pues te confieso por mi amor y dueño,
y la palabra de seguirte empeño,
tus dulces silbos y tus pies hermosos.
Oye, pastor, pues por amores mueres,
no te espante el rigor de mis pecados,
pues tan amigo de rendidos eres.
Espera, pues, y escucha mis cuidados,
pero ¿cómo te digo que me esperes,
si estás, para esperar, los pies clavados?