Seamos bienvenidos a la celebración de la
fiesta del Corpus Christi, que nos sitúa en el centro de la espiritualidad
cristiana y en la que hacemos memorial del Cuerpo y Sangre de Cristo en la
eucaristía. Hacer memorial no es sólo recordar, sino actualizar hoy su
significado en este mundo y en nuestras vidas, abriendo las puertas de nuestro
corazón para entregar por Jesús lo que somos y anhelamos, para partirnos y
repartirnos por nuestros hermanos, especialmente los más vulnerables.
Es un momento propicio para la generosidad, porque, en nuestro país y en nuestra archidiócesis, la gran fiesta católica del Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo es también, desde hace sesenta y cuatro años, el Día de la Caridad, el Día de Cáritas. Una identificación cargada de significado que manifiesta la dimensión comunitaria del Pan Eucarístico. «La Eucaristía - exhortaba el papa Benedicto XVI- impulsa a todo el que cree en Él a hacerse "pan partido" para los demás y, por tanto, a trabajar por un mundo más justo y fraterno». Que nuestra generosidad en la colecta sea un signo de solidaridad y compromiso de nuestra comunidad parroquial y de cada uno de nosotros.
Texto extraído del guión litúrgico de Cáritas Diocesana de Sevilla.