Ante la manipulación, realismo (Juan 3, 14-21), breve comentario sobre el Evangelio del domingo 14 de marzo de 2021.
Estamos en tiempos de manipulación y mentira. Con la
mentira se llega al poder; y, desde el poder, se hace, de la manipulación,
verdad oficial. Los informativos de las televisiones y cadenas de radio
públicas son, muchas veces, altavoces de las consignas del partido que
gobierna. Los de las privadas, altavoces de los intereses de sus dueños… Es
difícil hacerse un juicio crítico ponderado ante tanto trampantojo mediático.
No, no vivimos en la sociedad de la información; sino en la de la manipulación.
Los creyentes para no vivir en la mentira sino en la
verdad, para no propalar mentiras que nos creemos con ingenuidad, tenemos la
obligación de contrastar los mensajes que vehementemente nos ofrecen como
evidencias.
No te fíes de lo que te dicen de los inmigrantes, mira la
vida de las personas de otros países que están cerca de ti, y acógelos como
hermanos. No te fíes de lo que te dicen sobre las relaciones afectivas, mira la
realidad de tu corazón y descubre cómo es el amor que te hace vivir en
plenitud. No te fíes de los que te venden humo, propalando las bondades de sus
medidas económicas, cuando a tu alrededor hay cada vez más personas en paro.
Claro que tenemos que ser sinceros en nuestra vida personal, y que la mentira socava toda relación, y que si recaemos en ella nos destruimos y, por eso, es pecado. Pero la mentira que más nos destruye hoy es la que nos enfrenta y nos polariza; la que cosifica a quien no piensa lo políticamente correcto. Dejarnos guiar por las mentiras manipuladoras, que siembran tinieblas en nuestra vida, y con ellas educar a nuestros hijos es caminar hacia el abismo.
No te acomodes en la manipulación que divide. Busca que Jesús ilumine toda tu vida. Es cuaresma.