Oración tras la comunión,
domingo 17 de
septiembre de 2023.
En Ti, Señor, confío,
a ti, mi
Dios, me entrego;
mi humilde
y triste ruego
implora Tu
piedad;
no mires
con desvío
mi llanto y
amargura
que, aunque
mi alma está impura,
no abriga
la impiedad.
Mi espíritu
se humilla
a Tu divina
planta,
y su dolor
levanta,
esperanzado
a Ti;
acoge la
sencilla
plegaria
que te envía,
Señor, y tu
faz, pía,
vuelve un
instante a mí.
Si algún
tiempo, embriagado
de deleites
mundanos,
los tuyos
soberanos,
insensato,
olvidé,
perdona a
un descarriado,
que,
buscando hoy, ansioso,
Tu bálsamo
precioso,
va en alas
de la fe.
Soy pecador
indigno;
pero mi
alma, sincera,
arrepentida
espera
en Tu
inmensa bondad;
contempla,
pues, benigno,
Señor, y no
indignado,
a quien
atribulado,
se acoge a Tu
piedad.
Amén.