Oración tras la comunión, 28 de abril

Creemos en ti, Señor Jesús,

verdaderamente presente

en el Sacramento de tu amor

y, en torno al altar, te damos gracias,

inclinados en humilde adoración.

Tú eres nuestro Salvador y Maestro,

crucificado por nuestros pecados

y resucitado por el poder del Padre

y la potencia del Espíritu.

Oh, Señor, misericordioso,

ven y quédate en nosotros,

perdona nuestros pecados

y danos tu paz.

Aleja de nuestros corazones

toda duda y temor

y fortalece en nosotros la fe

en tu misterio pascual,

de modo que, con el auxilio de tu gracia,

podamos vivir intensamente

nuestro compromiso bautismal

y merezcamos conseguir

la vida eterna en tu reino.

Amén.