“Que tiemblen las potencias” (Lc 21, 25-36)

“Que tiemblen las potencias” (Lc 21, 25-36), breve comentario sobre el Evangelio del domingo 28 de noviembre de 2021, I de Adviento.

Que tiemblen las potencias del mundo, que buscan sólo afianzarse en su poder, sin atender a las necesidades verdaderas de los más pobres. El Señor, que viene pronto, las confrontará con su fuerza.

Que tiemblen los que se enriquecen con el tráfico de armas, y de drogas, y hasta de personas; los que ponen en una balanza su beneficio económico y la vida de las personas. El Señor, que viene pronto, los avergonzará con su mirada.

Que tiemblen los que colaboran para que el comercio y el mercado financiero internacionales sean una burbuja negando vivienda y trabajo a los sencillos. El Señor, que viene pronto, los destronará con su justicia.

Temblemos también nosotros; que con nuestra actitud de egoísmo no buscamos siempre el bien de los más pobres; y con nuestra ceguera e irresponsabilidad entramos en enfrentamientos estériles y en la cultura consumista y de lo políticamente correcto, que corta nuestras raíces y acorta nuestro horizonte personal. El Señor ya llega.

Adviento significa alzar la cabeza, para ver la misericordia y la justicia que vienen; aunque al principio, como quien pasa de las tinieblas a la luz, sintamos dolor por nuestros propios pecados.

Estar en el mundo; no ser mundano (Juan 13, 33-37)

Estar en el mundo; no ser mundano (Juan 13, 33-37), breve comentario sobre el Evangelio del domingo 21 de noviembre de 2021, solemnidad de Jesucristo, Rey del Universo. 

Por la encarnación del Hijo de Dios en nuestro mundo, los cristianos estamos llamados a vivir en los distintos ámbitos donde nos movemos con las actitudes de Jesús. Él vino al mundo para sembrar su justicia, su gracia y su perdón, para que reconociéramos la huella de Dios en su creación, y viviéramos de tal manera que nuestro corazón descubriera en lo pasajero el amor eterno del Padre.

Descubrir lo que pasa en el amor eterno del Padre: descubrir el amor del Padre en la infancia de nuestros niños, que va pasando dulce e irremisiblemente; descubrir el amor eterno en los amores pasajeros de los adolescentes; descubrir el amor del Padre en al amor de familia, con sus limitaciones y grandezas; descubrir el anhelo de justicia eterna en las luchas concretas, y a veces ambiguas, con las que buscamos un mundo mejor.

Hacer de nuestro mundo un escenario de luchas de poder, de conflictos por ser el primero; un escenario donde quien más puede, más disfruta a costa de los débiles; un escenario donde aparentar lo que nos creemos que somos o lo que sabemos que no somos… Todo esto es hacer de nuestro mundo un mundo inmundo. Lejos de la Iglesia y de los cristianos vivir así, mundanamente.

El Gran Poder de Jesucristo en este mundo es su amor en la cruz; acoge tú también ese gran poder en tu debilidad.

Comunicación parroquial, 15 de noviembre

Esta semana, del 16 al 21 de noviembre de 2021, comenzamos los grupos para trabajar el sínodo sobre la participación y la comunión en la Iglesia que ha convocado el papa Francisco. Los grupos serán el martes a las 20:00, el viernes a las 20:00 y el domingo a las 12:00. Todos estamos invitados a participar.

A continuación, tenemos el boceto de una pequeña reforma que vamos a hacer en la parroquia, con vistas al futuro cinerario que tenemos proyectado hacer.

 

Este domingo 21, día de Cristo Rey, se culminan los actos de celebración de los 50 años de la imagen del Cristo de la Misericordia.

El que no reconoce a los pobres… (Marcos 13, 24-32)

El que no reconoce a los pobres… (Marcos 13, 24-32), breve comentario sobre el Evangelio del domingo 14 de noviembre de 2021.

El que no reconoce a los pobres acaba por traicionar a Jesucristo.

Hay que hacer muchas consideraciones históricas, para poder explicar que la Iglesia haya estado en muchos momentos lejos de los intereses de los pobres. Solo una interpretación profundamente ideologizada de la fe o de la realidad social pudo provocar esa situación.

El ámbito natural de los discípulos de Jesús de Nazaret ha de ser el de nuestro Maestro. Las enseñanzas y las exigencias de su seguimiento constantemente nos hablan de la misericordia que tenemos que vivir con los más pobres y cómo debemos abrazar nosotros mismos una pobreza que nos haga libres.

A los que no tenéis afecto y os sentís solos, a los que vivís pendientes de un desahucio o el subempleo os tiene siempre en vilo, a los que sufrís una discapacidad o sois marginados por cualquier causa, a los que la enfermedad os lleva a vivir situaciones difíciles, a los que la cultura dominante os llevó por caminos que os han despersonalizado, a los que estáis lejos de los vuestros, a los que no habéis podido desarrollar todo el potencial humano y creativo que Dios os ha dado…, a todos la comunidad cristiana quiere abrazaros, y que ese abrazo haga retroceder el mal de este mundo para que juntos sembremos las semillas del Reino.

Día de la Iglesia Diocesana 2021


Este domingo 7 de noviembre de 2021, es el Día de la Iglesia Diocesana, bajo el lema «Somos lo que tú nos ayudas a ser. Somos una gran familia contigo», que nos recuerda que juntos, como familia, logramos una parroquia activa que responde a la llamada de Dios. Juntos somos Iglesia Diocesana, poniendo todo lo que somos al servicio de los otros y colaborando juntos llevamos a cabo la labor de la Iglesia. Juntos logramos una parroquia viva, comprometida, apasionada por Jesucristo y entregada a los demás.

Esta campaña nos recuerda cada año que en la parroquia nacemos a la fe y en ella descubrimos que somos una familia dentro de otra gran familia, la de los hijos de Dios. Por eso, una vez al año celebramos de una manera especial ese sentimiento y recordamos lo importante que es poner lo que somos al servicio de los demás.

Por eso durante todo el año, aunque lo recordamos especialmente en este día, se nos pide que nos sintamos parte de ese hogar al que pertenecemos.

Esta campaña también nos activa a colaborar para hacer una parroquia más comprometida, más cercana y entregada a lo demás. Porque, juntos, llegamos más lejos. Una participación en la que cada uno aporta según sus posibilidades y sus circunstancias: Con tu tiempo, con tus cualidades, con tu oración, con un donativo. Se trata de que poner lo que somos al servicio de los otros y en la Iglesia.

Archisevilla.org.

¿A cuánto estás dispuesto? (Marcos 12, 38-44)

¿A cuánto estás dispuesto? (Marcos 12, 38-44), breve comentario sobre el Evangelio del domingo 7 de noviembre de 2021. 

Vivir la relación de amistad con Jesucristo es siempre una aventura, que se sabe cómo empieza, pero no cómo acaba. Quien cree en Él sabe que sus palabras son palabras de vida y quiere poner los propios criterios y sentimientos por detrás de lo que el Señor nos dice.

Querer ser discípulo de Cristo y vivir en la ambigüedad de seguir siendo el dueño de la propia vida es iniciar un camino de hipocresía que nos llenará de tristeza. Decir que creo en quien es Perdón, y guardar rencor; decir que creo en quien es Misericordia, y vivir con egoísmo; decir que creo en quien es Justicia, y volver la espalda a quien ve pisoteados sus derechos, es situarse en la mentira y el vacío.

Cristo a nadie obligó nunca a ser discípulo suyo ni a seguirlo; pero, si hacemos esa elección, tenemos que estar dispuestos a acoger todo lo que nos pida. Podremos ser débiles y ceder a la tentación; podremos tropezar y caer; pero cuando nos levantemos, tenemos que seguir a su lado.

Solo así viviremos la alegría de ver los signos que sigue haciendo entre los más pobres; de escuchar las palabras de ánimo y de sentido con las que sigue alentando a los que sufren; de experimentar que sigue vivo, y que sigue dando vida. Contemplar la acción de su Espíritu en los pobres y sencillos, en los nuestros, será nuestra mayor alegría.