Siembra
pobreza (Lucas 18,9-14), breve comentario sobre el Evangelio del domingo 23 de
octubre de 2022, XXX del Tiempo Ordinario, ciclo C.
Siembra pobreza, que recogerás verdadera
riqueza. Es una ley de nuestra vida. El labrador siembra un pequeño grano de
trigo, sin la certeza de que la lluvia llegará a tiempo para hacerlo germinar.
Pero aquella siembra, de unas cuantas espuertas de grano, da una cosecha que
permite tener pan a todo un pueblo. Siembra tú también pobreza, en tu corazón y
en tu vida.
Siembra la pobreza y la humildad del
arrepentimiento en el daño que has hecho y en las faltas de coherencia que has
vivido, y recogerás una cosecha grande de paz interior, de crecimiento
personal. El perdón de Dios hace el milagro.
Siembra en tu vida la pobreza del esfuerzo
por desarrollar tus capacidades, la pobreza del trabajo cotidiano por llevar
adelante tus proyectos; y recogerás la cosecha abundante de ser una persona de
la que se fían los demás, una persona que se tiene en cuenta para hacer el
bien. Dios bendice a los que son fieles a Su voluntad.
Acoge en tu vida la pobreza del
menosprecio injusto, de las críticas infundadas, de la persecución –una siembra
amarga-; pero recibirás a cambio un amor purificado y limpio, cribado de odios
y de recelos, adornado con la confianza y la presencia de Dios.
Pesebre, Calvario, Eucaristía… Cristo nos enriquece con su pobreza; que, al acoger la sencillez y la pobreza, Él nos enriquezca con su amor.