El que no reconoce a los pobres… (Marcos 13, 24-32), breve comentario sobre el Evangelio del domingo 14 de noviembre de 2021.
El
que no reconoce a los pobres acaba por traicionar a Jesucristo.
Hay
que hacer muchas consideraciones históricas, para poder explicar que la Iglesia
haya estado en muchos momentos lejos de los intereses de los pobres. Solo una
interpretación profundamente ideologizada de la fe o de la realidad social pudo
provocar esa situación.
El
ámbito natural de los discípulos de Jesús de Nazaret ha de ser el de nuestro Maestro.
Las enseñanzas y las exigencias de su seguimiento constantemente nos hablan de
la misericordia que tenemos que vivir con los más pobres y cómo debemos abrazar
nosotros mismos una pobreza que nos haga libres.
A los que no tenéis afecto y os sentís solos, a los que vivís pendientes de un desahucio o el subempleo os tiene siempre en vilo, a los que sufrís una discapacidad o sois marginados por cualquier causa, a los que la enfermedad os lleva a vivir situaciones difíciles, a los que la cultura dominante os llevó por caminos que os han despersonalizado, a los que estáis lejos de los vuestros, a los que no habéis podido desarrollar todo el potencial humano y creativo que Dios os ha dado…, a todos la comunidad cristiana quiere abrazaros, y que ese abrazo haga retroceder el mal de este mundo para que juntos sembremos las semillas del Reino.