Oración tras la comunión, 17 de marzo

Oración tras la comunión, 17 de marzo de 2024.

Sé como el grano de trigo que cae

en tierra y desaparece,

y aunque te duela la muerte de hoy,

mira la espiga que crece.

Un trigal será mi Iglesia

que guardará mis entregas,

fecundadas por la sangre de Aquél

que dio su vida por ella.

Ciudad nueva del amor

donde vivirá el pueblo,

que en los brazos de su dueño nació,

sostenido de un madero.

Yo mi vida he de entregar

para aumentar la cosecha,

que el sembrador, al final, buscará

y dejará ser eterna.

Y un día al Padre volveré

a descubrir el secreto

de la pequeña semilla que, fiel,

cobró su herencia en el Cielo.