Domingo de Cáritas, julio de 2020



La realidad de pobreza y exclusión nos afecta a todos. Ninguno de nosotros, miembros de la Iglesia, podemos ser ajenos ni permanecer indiferentes a la situación de las personas que demandan nuestra ayuda, cuyo número crece por momentos como consecuencia de la difícil situación que atraviesa nuestro país.

Esta actitud de atención, ayuda y acogida fraterna, que cultivamos a través de nuestra Cáritas Parroquial, está sostenida por vuestras aportaciones.

Os agradecemos vuestra colaboración y generosidad en la colecta de este primer fin de semana, que está destinada a Cáritas.