Comentario al Evangelio del Domingo dia 13 de Marzo de 2016

Encadenados (Juan 8, 1-11)

Juan: “Valiente sinvergüenza ese de Antonio, casado y con tres

niños pequeños y tirándole los tejos a otra secretaria. Cuando se

la lleve al huerto la despide para tener otra nueva”.

Antonio: “Qué bajo ha caído Susana, la vi el otro día con un

muchachito casi un niño besándose en el parque; ahora busca

parejas de las que podía ser su madre, su hijo es de esa edad”.

Susana: “No me podía creer lo que estaba oyendo. Una chavala

con pinta de “choni” iba a abortar y se lo contaba a la amiga

como si tal cosa. Y no era el primero que se quitaba. ¡Qué asco!”.

Chavala Choni: “Pues en la clínica del aborto había una vieja con

la nariz empinada y mirando de reojo. ¿Qué le da asco si su hija

estaba allí para lo mismo que el resto de nosotras?

La de la nariz empinada: “No me lo digas: ¿qué habéis visto el

coche de don Rodrigo parado en el bar de alterne de la salida a

Málaga?, ¿y visteis bien la matrícula?”.

Don Rodrigo: “No hay nada que me dé más asco que un

bujarrón; “gays” se llaman; y eso dice que es Marcos".

Marcos: “Muchos nos critican, pero ellos, reprimidos y

asquerosos, quién sabe lo que ven y hacen por internet. No veas

las páginas de internet que visita ese beatorro de Juan”.

Y tú, ¿a quién desprecias? Ten cuidado que la vida es complicada.

Busca vivir un amor recto y verdadero, y deja de condenar. El

Señor nos dijo que venía a ser médico y no juez, que venía a

curar, no a condenar. Las condenas, las cargó en sus hombros.